//POV\\
Es hora, al fin, el ultimo día de clases. Ahora a preocuparnos en sobrevivir a la delincuencia. Oh Perdón aun no me he presentado; mi nombre es Eric, soy estudiante de 5º año del liceo, por lo cual si haces unos cálculos notaras que tengo 16 años de edad.Estoy contento, este periodo me esforcé todo el tiempo, casi muero, pero al fin lo logre. Pero también esto desanimado, quizás se deba a que igual no estoy seguro en la vida, ya que el lugar donde vivo ya no es tan “cariñoso” como solía ser. La mayoría de los conocidos se han ido del vecindario o simplemente han muerto por causa de la inseguridad.
Mi
padre fue una de esas víctimas, él había ido a cobrar su paga en el banco, pero
cuando se encontraba camino a casa fue emboscado, es triste y frustrante saber
que mi padre se enfrentó a una pandilla el solo para intentar darnos el dinero
para mi madre y para mí para que al final muriera.
Doy
un suspiro para intentar aliviar mis pensares; pues en realidad sentía como
algunas lágrimas querían salir de mis ojos. Sin darme cuenta ya había recorrido
todo el camino, ya me encontraba en frente de mi casa, la cual no es la gran
cosa, al girar la mirada a los alrededores, puedo ver a las demás casas que
están refinadas, pero en sus frentes se encuentran esas personas, personas sin
interés alguno sobre los demás, no les importa nada, se encuentran todo el día
fumando, y con armas a la intemperie. Valla vecindario.
Pasaron
unos segundos, y la puesta se empezó a abrir, mostrando la cálida sonrisa de mi
madre, esa sonrisa que muestra frustración, angustia y felicidad al mismo
tiempo.
Una
vez abierta la puerta principal, entro con alivio, pues había sobrevivido
nuevamente a la delincuencia.
Me
dirijo a la cocina con mi madre, para ver en que podría ayudarla, pero como
siempre ya tenía todo completamente en orden. Me dispuse a solo pasar un rato
con ella mientras almorzábamos, ya que era medio, a esta hora ya tenía
preparado el almuerzo.
Luego
de pasar tiempo con mi madre y ayudarla a fregar los traste me dirijo a mi
habitación, guinde mi mochila en un clavo pegado a la pared, y cambie de ropa y
me dispuse a dormir. Tuve que vender hasta mi teléfono para poder conseguir
alimento, estamos en la peor situación económica, si esto sigue así tendré que
conseguir empleo. Me sumergía en mis pensamientos mientras poco a poco mis
sueños me alcanzaban… pero fui rápidamente despertado por mi madre
--
¡Hijo…! – Menciono mi madre con gran entonación – necesito que hagas algo por
mi ¡ven! – termino, a lo que yo respondí con un gran “voy”.
--
Madre ¿que necesitas que haga? – pregunte mientras me posaba en la mesa en la
que trabajaba-
--
Necesito que entregues este martillo – menciono mientras me señalaba con el
dedo el objeto – se lo entregas al señor Hernán – me dijo mientras se secaba el
sudor de la frente, pues estaba haciendo un inmenso calor
--
Sabes bien que es la única persona decente que queda en este lugar. Ya sé que
es un obstinado, pero no tenía opción – menciono con pesimismo
Al
salir de la casa me percate que el calor que estaba haciendo en ese momento era
impresionantemente anormal. El calor al chocar con el asfalto muestra un poco
de la distorsión, pues incluso a 3 metros de distancia podrías ver esa onda.
Camine
y camine, el recorrido fue una tortura, el olor a droga o lo que sea,
combinaban perfecto para hacer el trayecto una pesadilla, podía sentir
claramente como los rayos del sol destruía mi piel traspasando hasta mis huesos,
y el olor destrozaba mi nariz incluso mis pulmones.
Me
dirijo a la puerta principal y como es normal toco la puerta, pero nadie
responde, golpeteo con más fuerza. Pero aun así nadie salía, ni siquiera había
respuesta; las ventanas estaban cerradas pero por el calor supongo que es lo
mejor; aun así sigo tratando de conseguir una respuesta, empiezo a gritar a ver
si me dan respuesta. Pero es inútil, tenía la esperanza de que al menos
estuviera dormido, pero al parecer no hay nadie en casa.
Un
reloj, un estúpido reloj tirado en el piso, me dispuse a recogerlo y a levármelo,
podría venderlo o usarlo. Me coloco el reloj en la muñeca izquierda y distancio
mi brazo a ver como luce, y aunque el color era extraño, no se veía tan mal;
pero no había notado que este aparato n o indicaba la hora, de hecho tenía una
ranura en el costado. Con razón estaba en el suelo, es un objeto inútil.
Me
encontraba camino a mi hogar sentí como poco a poco mi mano izquierda perdía
fuerza, imagine que debería ser por el peso del reloj, no estaba acostumbrado a
llevar nada en mis manos; pero conforme avanzaba sentía cada vez más el peso.
Sin darme cuenta me desvié un poco del camino y entre por un callejón
peligroso. En ese momento sentí un escalofrío por todo el cuerpo. Porque al
fijar la mirada al frente, me encontré con 7 personas. Una de ellas se
encontraba en el suelo, al parecer los demás lo estaban sometiendo a golpes.
Sin
chistear Salí corriendo, pasando de callejón en callejón de carretera en carretera,
entrando por atajos todo con la intensión de perder a esos sujetos. Pero no
lograba mi objetivo eran 6 contra 1. No tenía oportunidad. Se me agotaba el camino, cada vez oscurecía más
y más. Tenía que perderlos pero como. Eran más veloces que yo, lo que me ayudaba
a mantener distancia de ellos eran los atajos que yo con anterioridad ya había analizado y
estaban por finalizarse los últimos que tenía, si seguía así tendría que
improvisar.
Pero
no me di cuenta nuevamente que me había desviado, y me encontré con la peor
situación un callejón sin salida. No tuve opción intente esconderme en un
basurero que estaba cerca, pero no tuve tiempo, los delincuentes llegaron y me
vieron.
--
Pero miren que tenemos aquí – menciono uno de los malhechores mientras sacaban
una linterna para iluminarme
--
Es una pequeña rata traviesa, me sorprende que haya huido por tanto tiempo. –
menciono otro malhechor mientras todos se acercaban lentamente hacia mí, yo por
los nervios poco a poco retrocedía, tanto eran los nervios que choque con la
rejilla que impedía el paso.
Sin
nada que podía hacer cada vez perdía la esperanza, podía ver como mi vida
pasaba ante mis ojos, como perdía mis sueños, mis metas, el tiempo perdido, eh
estudiado para seguir adelante y ¿todo esto será una pérdida de tiempo? No
quiero, no quiero que esto termine así, mi desesperanza me obligaba a llorar, y
con mucha ira acepte mi final ante este lugar lleno de inseguridad e
injusticia; sin más que hacer cerré los ojos y al instante escuche el disparo
de mi final.
//Fin POV\\\
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Eso ya no importa. Mañana tendré…
Liceo:
secundaria a nivel latino americano
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