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sábado, 19 de marzo de 2016

Mundo gelyos capitulo 1

//POV\\

Es hora, al fin, el ultimo día de clases. Ahora a preocuparnos en sobrevivir  a la delincuencia. Oh Perdón aun no me he presentado; mi nombre es Eric, soy estudiante de 5º año del liceo, por lo cual si haces unos cálculos notaras que tengo 16 años de edad.Estoy contento, este periodo me esforcé todo el tiempo, casi muero, pero al fin lo logre. Pero también esto desanimado, quizás se deba a que igual no estoy seguro en la vida, ya que el lugar donde vivo ya no es tan “cariñoso” como solía ser. La mayoría de los conocidos se han ido del vecindario o simplemente han muerto por causa de la inseguridad.

Mi padre fue una de esas víctimas, él había ido a cobrar su paga en el banco, pero cuando se encontraba camino a casa fue emboscado, es triste y frustrante saber que mi padre se enfrentó a una pandilla el solo para intentar darnos el dinero para mi madre y para mí para que al final muriera.

Doy un suspiro para intentar aliviar mis pensares; pues en realidad sentía como algunas lágrimas querían salir de mis ojos. Sin darme cuenta ya había recorrido todo el camino, ya me encontraba en frente de mi casa, la cual no es la gran cosa, al girar la mirada a los alrededores, puedo ver a las demás casas que están refinadas, pero en sus frentes se encuentran esas personas, personas sin interés alguno sobre los demás, no les importa nada, se encuentran todo el día fumando, y con armas a la intemperie. Valla vecindario.

Luego de dar otro suspiro, me dirijo a la puerta de mi casa y al llegar le golpeo con el puño,  al mismo tiempo doy un pequeño grito – ¡Madre… ya llegue! –

Pasaron unos segundos, y la puesta se empezó a abrir, mostrando la cálida sonrisa de mi madre, esa sonrisa que muestra frustración, angustia y felicidad al mismo tiempo.

Una vez abierta la puerta principal, entro con alivio, pues había sobrevivido nuevamente a la delincuencia.

Me dirijo a la cocina con mi madre, para ver en que podría ayudarla, pero como siempre ya tenía todo completamente en orden. Me dispuse a solo pasar un rato con ella mientras almorzábamos, ya que era medio, a esta hora ya tenía preparado el almuerzo.
Luego de pasar tiempo con mi madre y ayudarla a fregar los traste me dirijo a mi habitación, guinde mi mochila en un clavo pegado a la pared, y cambie de ropa y me dispuse a dormir. Tuve que vender hasta mi teléfono para poder conseguir alimento, estamos en la peor situación económica, si esto sigue así tendré que conseguir empleo. Me sumergía en mis pensamientos mientras poco a poco mis sueños me alcanzaban… pero fui rápidamente despertado por  mi madre

-- ¡Hijo…! – Menciono mi madre con gran entonación – necesito que hagas algo por mi ¡ven! – termino, a lo que yo respondí con un gran “voy”.

Me levante rápidamente de la cama, me coloque mis chancletas Salí de la habitación hacia la sala,  en donde se encontraba mi madre, la cual estaba cociendo un vestido.

-- Madre ¿que necesitas que haga? – pregunte mientras me posaba en la mesa en la que trabajaba-

-- Necesito que entregues este martillo – menciono mientras me señalaba con el dedo el objeto – se lo entregas al señor Hernán – me dijo mientras se secaba el sudor de la frente, pues estaba haciendo un inmenso calor

-- Madre ¿por qué le pediste algo a ese señor? – me queje mientras tomaba el martillo

-- Sabes bien que es la única persona decente que queda en este lugar. Ya sé que es un obstinado, pero no tenía opción – menciono con pesimismo

-- Igual eso no le quita lo amargo que será tan siquiera entablar mirada con el – mencione mientras salía de mi casa

Al salir de la casa me percate que el calor que estaba haciendo en ese momento era impresionantemente anormal. El calor al chocar con el asfalto muestra un poco de la distorsión, pues incluso a 3 metros de distancia podrías ver esa onda. 

Decidí ir a toda velocidad a la casa del viejo Hernán, la cual se ubicaba un  poco más de 3 cuadras.

Camine y camine, el recorrido fue una tortura, el olor a droga o lo que sea, combinaban perfecto para hacer el trayecto una pesadilla, podía sentir claramente como los rayos del sol destruía mi piel traspasando hasta mis huesos, y el olor destrozaba mi nariz incluso mis pulmones.

Luego de una intensa prueba física , logre llegar al lugar , a la posición, mi objetivo, pero sé muy bien que ese no era el final del desafío, el final seria, evitar decirle todas las malas palabras que podría soltar si el sujeto me llega a molestar, ya que podríamos perder el ultimo ciudadano normal de la provincia.

Me dirijo a la puerta principal y como es normal toco la puerta, pero nadie responde, golpeteo con más fuerza. Pero aun así nadie salía, ni siquiera había respuesta; las ventanas estaban cerradas pero por el calor supongo que es lo mejor; aun así sigo tratando de conseguir una respuesta, empiezo a gritar a ver si me dan respuesta. Pero es inútil, tenía la esperanza de que al menos estuviera dormido, pero al parecer no hay nadie en casa.

Sin más decidí irme, a recorrer nuevamente el campo de pruebas, pero justo después de dar un paso se me ocurrió algo, forzar la ventana, hacer una pequeña apertura para meter el martillo.

Me dirigí a la ventana más factible de abrir, y la intente forzar; para mi suerte  puede hacer una apertura del tamaña justo y con gran fuerza introduje el martillo. Fue bastante difícil pero finalmente lo conseguí.

Ahora si estaba listo para volver a mi casa a dormir hasta mañana, pero un reflejo me dio directo en los ojos, intente localizar el lugar de donde provenía dicho destello, se encontraba en el piso, di unos pasos para conseguirme con el objeto que hacía de espejo.
Un reloj, un estúpido reloj tirado en el piso, me dispuse a recogerlo y a levármelo, podría venderlo o usarlo. Me coloco el reloj en la muñeca izquierda y distancio mi brazo a ver como luce, y aunque el color era extraño, no se veía tan mal; pero no había notado que este aparato n o indicaba la hora, de hecho tenía una ranura en el costado. Con razón estaba en el suelo, es un objeto inútil.

Me encontraba camino a mi hogar sentí como poco a poco mi mano izquierda perdía fuerza, imagine que debería ser por el peso del reloj, no estaba acostumbrado a llevar nada en mis manos; pero conforme avanzaba sentía cada vez más el peso. Sin darme cuenta me desvié un poco del camino y entre por un callejón peligroso. En ese momento sentí un escalofrío por todo el cuerpo. Porque al fijar la mirada al frente, me encontré con 7 personas. Una de ellas se encontraba en el suelo, al parecer los demás lo estaban sometiendo a golpes.

Sin chistear Salí corriendo, pasando de callejón en callejón de carretera en carretera, entrando por atajos todo con la intensión de perder a esos sujetos. Pero no lograba mi objetivo eran 6 contra 1. No tenía oportunidad.  Se me agotaba el camino, cada vez oscurecía más y más. Tenía que perderlos pero como. Eran más veloces que yo, lo que me ayudaba a mantener distancia de ellos eran los atajos que  yo con anterioridad ya había analizado y estaban por finalizarse los últimos que tenía, si seguía así tendría que improvisar.

Pero no me di cuenta nuevamente que me había desviado, y me encontré con la peor situación un callejón sin salida. No tuve opción intente esconderme en un basurero que estaba cerca, pero no tuve tiempo, los delincuentes llegaron y me vieron.

-- Pero miren que tenemos aquí – menciono uno de los malhechores mientras sacaban una linterna para iluminarme

-- Es una pequeña rata traviesa, me sorprende que haya huido por tanto tiempo. – menciono otro malhechor mientras todos se acercaban lentamente hacia mí, yo por los nervios poco a poco retrocedía, tanto eran los nervios que choque con la rejilla que impedía el paso.

-- Bueno niño espero hayas disfrutado tu vida – relato un malhechor que seguidamente sacaba un arma de su cinturón y me apunto.

Sin nada que podía hacer cada vez perdía la esperanza, podía ver como mi vida pasaba ante mis ojos, como perdía mis sueños, mis metas, el tiempo perdido, eh estudiado para seguir adelante y ¿todo esto será una pérdida de tiempo? No quiero, no quiero que esto termine así, mi desesperanza me obligaba a llorar, y con mucha ira acepte mi final ante este lugar lleno de inseguridad e injusticia; sin más que hacer cerré los ojos y al instante escuche el disparo de mi final.


//Fin POV\\\

-- Que lamentable por el niño, pero no podíamos permitir que supiera de nosotros

-- Si aunque fue cruel de tu parte asesinarlo tan fríamente.

-- Eso ya no importa. Mañana tendré…

Una gran luz incandescente cubre el lugar. Los delincuentes con asombro intentaban ver de dónde provenía la luz. Para su sorpresa el chico se levantaba lentamente del suelo.

-- Ustedes no tienen “un Mañana”… - menciono el chico que aun iluminaba el lugar con su cuerpo.
                                                
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Liceo: secundaria a nivel latino americano  
               
Ventana casa de Hernan:    
                                  
Diseño Eric: 


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